De mi último libro Katherine una mujer indomable, les pongo aquí uno de los cuentos cortos que están al final del libro. Espero sus comentarios! Muchas gracias!
El Baile
. Se sorprendió cuando su padre, al volver de viaje
de negocios, le entregó una invitación para un baile en el castillo Shelton. Se
la había regalado un conde, a quien a su
vez se la habían entregado para su hija, pero como esta viajaba a Paris, y no
podía concurrir, decidió obsequiársela .
-
Ay papá, esto es muy lindo, pero no tengo ropa para ir a un baile tan distinguido…
- exclamó Sheila, pero el en seguida le retruco:
-
Pero sí… tienes el vestido de cuando se casó tu hermana… -
Y rápidamente se solucionó el tema
vestimenta.
La hermana más chica le hizo un peinado muy
estilizado y así quedó deslumbrante para asistir al evento.
Al llegar quedó maravillada de la belleza de
los salones y de la sofisticación de las damas engalanadas con sus mejores
atuendos… los caballeros tan finos ,entre mezclados con algunos militares de uniforme
rojo. Se sentía un poco perdida, pues no
conocía a nadie. Se recluyó en un rincón, observando todo el movimiento.
Empezó
la música. A los pocos segundos un caballero muy serio, la invitó a bailar y cuando ella puso su mano en la de él . sintió
como su calor le recorria todo el
cuerpo.
Mientras estaban formando los arabescos de
la danza, el le preguntó su nombre y le contestó con el suyo :, William. Al
terminar la melodía,
se saludaron con la cabeza, aplaudieron a los músicos, y Sheila no sabía que
rumbo tomar, cuando el le pregunto:
- si no tiene la próxima pieza reservada, le
pido la misma… - ella se sentía azorada,
pero inclinó su cabeza, asintiendo.
Pasó la noche, con algunas interrupciones,
pues el caballero se alejó varias
veces
para unirse a su grupo de amigos. Cuando
iba terminando la fiesta, , el le preguntó que haría al día siguiente.
Ella le
contestó que iba a ir a la ciudad para comprar un libro. Entonces, el
mirándola
con sus ojos profundos dijo:
-
entonces nos vemos en la librería, a la tarde, y la invito a pasear por el bosque cerca del lago. –
ella titubeó … pero en seguida el continuó
- mi nombre es Sir William Shelton, soy el
dueño de este castillo… -
esto la abrumó aún más pero se animo y le
dijo:
- yo soy
Sheila Sundown y vivo en la granja del mismo nombre –
La cara de él no demostró nada. Se saludaron y
ella se retiró rápidamente.
En su viaje, ella pensaba que no podía ni
siquiera soñar con volver a ver a este caballero, pues. tal diferencia de casta
social no podía soslayarse.
Amaneció un día espléndido y Sheila decidió
ir a la librería. El libro lo
necesitaba
y secretamente esperaba ver a William, aunque sin demasiadas
esperanzas.
Salió de la librería y empezó a caminar lentamente hacia el
bosque.
De repente sintió unos pasos varoniles que la alcanzaban. Y de pronto
, allí
estaba Sir Shelton. Una reverencia y ambos empezaron a caminar y
a
conversar animadamente.
El
futuro iba a decidir como seguiría esta pareja de distinto nivel social del
siglo XVIII.
Eliane Bösch