Pequeña narración de un suceso de mi infancia,:
El
ataque de las langostas
Hacia poco
que habíamos llegado al país, mis padres y yo (año 1938). Estábamos en Córdoba.
Mi papa tenía una plantación de girasoles grandes, altos.
Un día, a
media mañana, el cielo celeste sin una sola nube. A mi mamá le llama la
atención, en el horizonte, una nube grande, de forma alargada, marron oscuro
que venia hacia nosotros. Sorprendidos todos, mirando… cuando de repente llega
un zumbido emitido por un monton de langostas que se comían todo a su paso.
Habrán tardado un minuto… los girasoles quedaron pelados, inclusive un pullover
que mi mamá al sentir calor, lo había dejado en el pasto, quedó lleno de
agujeros.
Luego supimos y siguió durante unos cuantos años,
que se formaban en el Amazonas y se dirigían a las Provincias de Córdoba, Santa
Fe y aledaños. Inclusive algunas veces, llegaban a la capital federal, donde pululaban
por las calles.
Me entere que combatieron estos insectos allí en el
Amazonas y luego, poco a poco dejaron de aparecer.
A mi me quedó marcado esa invasión y sobre todo el
zumbido de esa primera vez.
Parece cosa de película, pero fue muy cierto y
vivido por mi.
Eliane Bösch