Fleck, la vaca fantasma, por Eliane Bösch
Siguiendo con los relatos autobiográficos, de mi niñez, debo contarles que teniendo 6 a 9 años, vivíamos en el campo. Mi padre tenía 10 vacas lecheras y comerciaba leche, manteca, crema y quesos. En cambio mi madre se ocupaba de una gran cantidad de gallinas coloradas y tenía su venta de pollos y huevos. Estábamos rodeados de vacas, gallinas, 4 perros y 2 gatos, además de mi yegua Julia.
Todas las vacas tenían su nombre… y hoy voy a referirme a la Fleck, que era rojiza con manchas blancas, muy buena lechera…
Mi padre las cuidaba muy especialmente y si se lastimaban las curaba con medicamentos para humanos pues en esa época, no había ni veterinarias ni remedios para animales.
En una oportunidad, esta vaca, al cruzar un alambrado roto, se lastimó la ubre. Mi papá pidió ayuda a los peones vecinos, y la tumbó `para poder limpiarle la herida. El tajo era bastante grande, entonces consiguió, en la farmacia, un polvo muy fuerte y cicatrizante. Todo muy bien, pero le dijeron que la vaca no debía lamerse pues era venenoso.
Entonces mi mamá con un trapo grande, lo cosió y la cubría totalmente, incluida la panza, desde el pescuezo hasta la cola. Podía pastar tranquilamente en el campo… eso si, mi padre la ordeñaba todos los días, pero esa leche se tiraba.
A mi papá lo habían apodado el Gringo suizo, y con su pinta de grandote, musculoso y pelirrojo era todo un personaje. Pero cuando vieron a la vaca con su “traje” blanco que parecía un fantasma… todo el mundo quedó asombrado!
Al tiempo la vaca estaba curada y volvió a dar leche para consumo… y tener sus terneros!
Yo era la que estaba viendo o viviendo todo esto, además tenía mi trabajo propio con los terneros, que les contaré en otra entrada.
El dibujo de arriba de la vaca lo hice yo hace muchos años y el de abajo lo hice ahora, para mostrarles, más o menos, como quedaba con su "traje" de fantasma.
Espero que les haya gustado y les agradeceré sus comentarios!
22 comentarios:
El cuento, que mas bien es historia, sensacional...nada mas agradable que desgranar recuerdos de la infancia...pero como dibujante ¡mis respetos! eres grandiosa...
abrazos
Adelfa: Si los recuerdos de mi infancia da para escribir mucho... pero como dibujante...ERA buena...ahora ya no va...
Besotes
Me quiero imaginar la cara de los vecinos ja ja!!!
Pero la idea es buenisima!!!!
Gracias por compartir
Que pases n buen domingo y un comienzo de semana esperado.
Cariños
Abuela Ciber, yo tengo la imagen en mi cabeza y pienso ahora, que debían pensar los vecinos, como decis vos!
Buen finde para ti también!
Besotes
Hola amiga me ha gustado mucho la historia de la vaca y los dibujos estupendos, me encanta las historias de los padres de su manera de sobrevivir y como cuidaban de los animales.Besitos
M.Carmen: Gracias por tu lindo comentario.
Besotes
Eliane qué recuerdo tan bonito y entrañable. Qué práctica tu madre ehhh, las mujeres siempre encuentran solución a estos problemas.
Dibujas muy bien.
Un abrazo.
Laura Uve: Te digo que mi mamá era modista (de alta costura en Suiza), y se daba mucha maña para todo ! Gracias por tu visita
Besotes
Jajajaja! Que bonita esta historia de infancia Eliane! No he podido dejar de acordarme de la vaca de Cranford. Es igualita que la tuya! Con su vestidito blanco pastando por los campos! Vaya susto debian darse los vecinos! jajajaja!
Un gran abrazo, querida amiga.
Eliane... parece que te he visto dibujando a tu vaca cuando tenías trenzas rubias ¡seguro! Debistes tener una infancia preciosa, con tantos buenos animales y hasta una yegua... la verdad es que sé que la tuvistes porque la mía es muy parecida, sólo que nosotros teníamos más yeguas y menos vacas, quizás igual de gallinas de perros y gatos, pero añade ovejas, una cabra, palomos y más que no recuerdo, mi casa siempre fue un poco el Arca de Noé y fui feliz, muy feliz... por lo que me has recordado con tu entrada unos años maravillosos con mis padres, sobretodo como tú bien recuerdas a tu padre en el campo, yo al mío que era muy alto y tenía que ir corriendo a su lado para seguir su zancada...
Ay, amiga... qué buenos años... eso sí... jamás dibujé tan bien... deberías seguir haciéndolo para nosotras... porque está de rechupete!!!
Bss... y sentí mucha alegría en tu blog!!!
Me recordaste a algo que sucede en Cranford, la novela de Elizabeth Gaskell, donde la vaca pierde el "pelo" que la abriga del frío invierno y su dueña le hace una ropa especial para que sobreviva.
Besos.
Mi Guacimara querida, gracias por tus comentarios...lo de Cranford no lo sé pues no lei esa novela...
Un abrazote
MariCari: Sabés que de chica tenía dos trenzas gordas, bien rubias!? Y veo que me entendés con la vida de "campo"rodeada de animales.Yo era hija única pero me entretenía con los animales y era... muy feliz! Gracias por todas las cosas que comentas! Un gran abrazo
Luciana:Ves, como uno a veces lee algo y dice...no puede ser!... y en la realidad sucede! No lei ese libro, ahora me vino más curiosidad!
Besotes
Claro que me ha gustado!!! Tus dibujos y relatos!!
Te felicito
Un besito mi querida amiga
Amalia
Si Eliane, or lo general, vistes, las leyendas autóctonas son tristes, pero terminan en una naturaleza hermosa.
Cariños
Amalia, gracias por tu comentario y me alegro que te haya gustado!
Besotes
Abuela Ciber:Si la leyenda que pusistes en tu blog, es muy triste pero al mismo tiempo linda.
Besitos
Mi querida amiga Eliane bellos dibujos de tu vaca, y tiernos y emotivos recuerdos relatados con amor.
Un antes y un después y luego ya curada todo volvió a la normalidad.
Al leer tu post amiga mía me acuerdo de la canción de: Tengo una vaca lechera , que no es una vaca cualquiera , me da leche....
y luego decía así tolon tolon....
Recuerdos de niñez amiga me han venido a la cabeza con esta canción.
Bueno ya desde tu espacio amigo mil besos de MA para ti y gracias mil por tu huella amiga.
MA: Si, la canción de la vaca lechera,tolon tolon, la conozco... la cantabamos en la escuela. Muchas gracias por tu bello comentario
Un gran abrazo
HOLA ELIANE!disculpe mi aucencia,ha tenido problema con el ordenador y de salud pero de ahora creo que todo es bien Tu cuento me ha gustado mucho ,un buen recuerdo de tu infancia.
bess y abrazos.
Angela que bueno verte por aqui! Muchas gracias por tu comentario!
Un abrazo
Crecer en una granja, rodeada de animales, es el sueño de todo niño :-) Fuiste afortunada. Yo vivía en un pueblo pero era casi una niña "urbana", vivía en un apartamento pequeño, habría dado lo que fuera por tener cerca vacas, gallinas, patos, etc.
La historia muy divertida :-) Un beso grande, guapa.
Gracias amiga Eliane , epor tu grata huella amigan el post de hoy.
Un placer visitar tu casa.
Feliz fin de semana.
Besos de MA para ti.
Ana: Si es muy lindo vivir en el campo cuando se es niño!
Besotes
Ma, gracias por tu visita!
Un abrazo
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