A continuación va un cuento corto de mi autoria, que espero les guste.
No me enamoro mas!
No me enamoro
mas!
Liliana le empezó a contar a su amiga Marta que
después del desastre de su último matrimonio, donde además de traicionarla en
el amor, le hicieron un fraude en unas acciones que tenia de herencia del
padre, había decidido no enamorarse mas. Para ello iba a cambiar además de su
actitud, su vestimenta. Cambiaria tacos por borceguíes , con pantalón y camisa tipo
militar con muchos bolsillos asi no tenia que usar cartera que era muy de
mujer. La cara iba a poner crema para preservarla, un poco de brillo en labios
sino se la veía muy pálida, y nada mas. El cabello que era largo lo iba a usar
en trenza.
La amiga le pregunto para que iba a hacer todo
esto… Pues para que no se me acerque ningún hombre y me “chamuye” con lindas
palabras, flores y chocolates y yo no caiga en sus redes.
Y voy a seguir mi estudio de abogacía que deje
trunco hace dos años y seré una muy buena abogada para defender a las mujeres.
Asi lo hizo. Averiguo que temas debía estudiar para
el próximo examen y le pregunto a un colega ya recibido que libros necesitaba.
El le dio una lista, bastante larga pero le aclaro que no debía comprar todos,
solo algunos que eran indispensables. Los otros los necesitaba solamente para
estudiar . Le dio la dirección de una librería que tenia todos esos libros y mas
también y que además el dueño era un muy buen abogado que dejo de ejercer
abruptamente, no se sabia porque.
Al dia siguiente Liliana entraba en la librería
recomendada, saludo y le contestaron con una especie de gruñido que parecía un
saludo. La miraron de arriba abajo con sus borceguíes, pantalón y camisa
militar y cuando ella empezó a nombrar los libros, el le pidió la lista y asi
juntó todos los libros sobre su escritorio… ella pensó que debía explicarle que
no iba a comprar todos y que como podía hacer para consultar con los otros para
su estudio. El la miró con ojos penetrantes y le dijo: -Aquí no es una
biblioteca donde Vd.se puede llevar los libros y luego traerlos. Aquí los puede
usar el tiempo que quiera pero tendrá que ser aquí. El libro no sale de la
librería. Y es sin costo alguno.
Ella miro a su alrededor y pensó tendré que traerme
una silla? Y parece que le hubieran oído el pensamiento. El dueño fue a la
parte de atrás y trajo una mesa plegable y una silla tambien plegable de
plástico. Los abrió delante de ella, le puso los libros encima y se fue a
sentar a su escritorio donde tenia varios ejemplares que estaba clasificando…
Liliana se sentó y empezó a mirar los volumenes sin
saber por donde empezar. Gustavo la
miraba de vez en cuando y de golpe se levantó y le dijo: - veo que no sabe como
empezar… permítame. Primero lea estos libros en ese orden… tome nota, escriba
lo mas importante y coteje con lo que le piden.-
Y volvió a su escritorio. Ella musito un gracias y
empezó a ver los libros en ese orden. En seguida supo como acoplar todo a lo
que le pedían. Y se puso a trabajar.
Cuando prendieron las luces de la librería se dio
cuenta que había estado toda la tarde allí… y en ese momento le trajeron una
taza de te caliente sin ningún comentario. Le pareció que debía agradecer todas
las ayudas y comento: - Caramba, que servicio que da esta librería, y cuanto me
cobra por esto?
El levantó la vista, hosco y lo único que dijo
es: -Estudie bien para los exámenes!
No hubo mas conversación…ella siguió estudiando y
el enfrascado en sus libros.
Asi pasaron varios meses… ella empezó a dar
exámenes todos bien, gracias a la ayuda de Gustavo, el dueño de la libreria.
Pero un dia, hubo una excepción rara. Era un dia
esplendido de primavera lleno de luz. Liliana suspiró entre medio de su estudio
y miró por la ventana el radiante sol y ella sin poder disfrutarlo…miró al
escritorio y vio que el también miraba para afuera.
Y ahí se le ocurrió algo y sin pensarlo dijo: - Que
día esplendido. Me gustaría hacer un recreo y tomar un ratito de sol… vd.no lo
hace? - - No puedo mientras que tengo gente en la
librería.-
Entonces ella exclamo: - Vamos, cierre la librería
por una hora y vamos al parque a tomar un poco de sol. Yo invito…y largo una
carcajada. El la miró un segundo, se dirigió a la puerta poniendo el cartel en
seguida vuelvo, y preguntándole: .- Va a venir, o la encierro aquí?
Se fueron caminando hasta la plaza allí se sentaron
en un banco y Liliana tenia calor con los borceguíes, asi que se los sacó, y
puso sus pies en el banco. El la miró y de repente le pregunto: - Por que se
esconde detrás de esa ropa? La persigue alguien?
Ella sonrio y exclamó bajito: Si yo! Creo que puedo decirle el motivo a Vd. Tuve un problema grande en mi matrimonio, mi
esposo me engaño y me defraudo con unas acciones… y juré no involucrarme
sentimentalmente con ningún hombre… -
Luego ella tiró su trenza para atrás y puso su cara al sol. Ese gesto a
el le llego como un rayo adentro suyo. No sabia porque.
Al rato decidieron volver… y ahí quedó esa tarde
tan rara para los dos.
A la noche, antes de acostarse, Gustavo busco un
libro en los estantes y entro en una pagina donde leyó: “El amor entra en el
corazón sin pedir permiso. A veces es solo un toque de manos…A veces una
sonrisa y otras veces entra de una manera inesperada.” Se durmió con estas
palabras…
Al dia siguiente apenas llego, el le pidió le diera
los datos de la defraudación de las acciones. Hizo unas llamadas y luego le
explico que esas acciones eran de ella…nadie podía usarlas. Si habían sido
usadas por el ex marido, la ganancia también era de ella. El la conecto con un
abogado amigo que le iba recuperar esas acciones. Ella estaba radiante de
alegría…
Al poco tiempo, en un momento a Liliana se le cayo
un vaso al suelo rompiéndose y al ir a levantar los pedazos se cortó la mano.
Gustavo llegaba con la escoba y pala cuando la vio chorreando sangre… le indicó
que se lavara en la pileta de la cocina y el busco el botiquín de primeros
auxilios. Le desinfectó la herida, le puso un cicatrizante y vendó su mano
adecuadamente. Todo esto se hizo estando los dos muy cerca. Cuando terminó
levantó la mirada y se encontró con sus ojos que lo miraban de una forma
especial. Pasaron unos segundos y sin que mediara palabra ambos se acercaron y
terminaron besándose. Despues de un largo rato de estar cerca y acariciarse,
ella sonrio y exclamó: Y ahora que hago??? El la miró y ella siguió: Que hago
con esta ropa y los borceguíes? Los sigo usando? Y Gustavo con una amplia
sonrisa: - Por mi puedes seguir usándolos… aunque para el casamiento seria
interesante que te pongas un vestido!
Eliane Bösch
Editado por Eliane Bösch
2 comentarios:
Hola, Eliane, ma acordé de ti y vine a visitarte. Muy bonito el relato con el que me encuentro... el amor es así.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu visita Rafael! Me alegro que te haya gustado... Un abrazo
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